Adiós Evernote, y gracias por estos 10 años… o no.
He sido usuario de Evernote durante más de una década. Más de 1.300 notas, clasificadas, etiquetadas, mantenidas y sincronizadas a través de todos mis dispositivos. Durante mucho tiempo fue una herramienta útil, estable y, sobre todo, con un precio razonable. No tenía intención de cambiar. Para mi era, simplemente, la mejor.
Cuando Evernote fue comprada por Bending Spoons, lo primero que llegó fueron las subidas de precio. Considerables subidas de precio. En aquel momento, conseguí un descuento para renovar, quedando el precio sobre unos 40€-50€, y decidí darles una oportunidad: venían actualizaciones frecuentes, algunas mejoras interesantes, y la sensación de que el producto seguía vivo. Hasta aquí, bien. El nuevo Evernote cumplió con los prometido y siguieron contando con mi confianza.
El problema ha llegado ahora, con otro cambio de tarifas más. Para conservar más o menos la misma funcionalidad que tenía hasta hoy día, tengo que pasarme del plan Personal actual (99€ al año sin descuentos) al nuevo plan Advanced, que sale por la friolera de 199€ al año. El doble. Y ni siquiera hablamos de nuevas funciones o ventajas reales para justificarlo. Simplemente, pagar más por lo mismo. Porque sí.
Lo peor es que incluso pagando más, siguen imponiendo nuevos límites completamente absurdos, como la sincronización en tan sólo 5 dispositivos. Y esto en el plan Advanced. En el plan de pago un escalón por debajo, meten límites como sicronización en 3 dispositivos, 1.000 notas, o 20 cuadernos. Esto parece una auténtica broma. Llevo años pagando Evernote precisamente porque podía olvidarme de ese tipo de restricciones. Ahora quieren convertir ese aspecto básico (sobre todo en un plan de pago) en un “privilegio” caro.
Esto, para mí, es la gota que colma el vaso.
Es algo similar a lo que me ocurre con Netflix u otros servicios de streaming. Constantes subidas de precio y más limitaciones impuestas, publicidad, etc.
No voy a pagar bajo ningún concepto el doble para mantener exactamente lo mismo que hasta ahora. No voy a aceptar restricciones descabelladas pensadas para forzar al usuario al plan más caro. Y sobre todo, no voy a seguir confiando mis notas a una empresa que cambia las reglas de juego año sí, año también.
La confianza, una vez rota, no se recupera.
Y ahora, a migrar
Sé que no va a ser divertido mover más de 1.300 notas. Sé que me llevará tiempo reestructurar todo, elegir otra aplicación, y adaptarme. Pero prefiero invertir ese esfuerzo ahora que seguir atrapado en una plataforma que ha dejado claro cómo entiende a sus usuarios: como una fuente de ingresos que se puede exprimir cada año un poco más.
Hace años sospechaba que no era buena idea el atarme a un formato propietario y confiar todas mis notas a una empresa que podría “cortar el grifo” en cualquier momento. Debí haber escuchado más atentamientamente a mi voz interior. Incluso el propio evernote a día de hoy impone restricciones a la hora de exportar tus propias notas, límites completamente artificiales que sólo buscan el atarte en su plataforma.
Por fortuna, la migración a día de hoy no es complicada utilizando herramientas de terceros, ya que puedo exportar mis notas fácilmente con herramientas como Evernote ENEX Exporter, e importarlas manteniendo su formato prácticamente intacto en Joplin u Obsidian. Estas herramientas te hacen completamente dueño de tus datos, sin atarte a nada. Ambas tienen sus pros y contras, por lo que tengo tiempo por delante para poder elegir el reemplazo más adecuado.
Así que este es mi punto final con Evernote.
Adiós Evernote.
No volveré.
Jamás.
PD: Imagen de banner generada con IA